Psicología de la atención
Julia García SevillaEs un hecho que, en la actualidad, cuando se habla de procesos y actividades
psicológicas, todo el mundo reconoce la importancia de la atención. Sin embargo, ello no
se evidencia totalmente en la literatura psicológica, al menos hasta los últimos años. Por
poner un ejemplo, si echamos un vistazo a los manuales de Psicología General y/o de
Psicología Básica, nos encontramos con que muy pocos incluyen un capítulo destinado a
la atención como un proceso o actividad de la misma envergadura que el aprendizaje, la
memoria, la percepción, etc. En la mayoría de los casos, se suele incluir como un
apartado del tema de percepción.
Actualmente, las cosas han ido cambiando. Si bien la famosa frase de Titchener de
1908"... la doctrina de la atención es el nervio de cualquier sistema psicológico completo,
y así como la juzguen los hombres, así serán juzgados posteriormente por el tribunal de
la psicología" (p. 139) no se llegó a hacer realidad, la psicología de la atención cobró un
nuevo auge con el surgimiento de la Teoría del Procesamiento de la Información y nos
encontramos con que ha ido abriéndose paulatinamente paso. De hecho, la mayor parte
de los manuales de Psicología Cognitiva sí incluyen un tema de Atención.
En la actualidad nadie puede negar la importancia de la literatura atencional. Algunos
números de revistas especializadas le han concedido un gran papel. Un ejemplo es el n° 1
del volumen 56 del Psychological Research, denominado An International Journal of
Perception, Cognition and Action, y que está dedicado en su totalidad al tema de la
atención visual selectiva.
También en las útimas décadas la palabra atención no sólo comienza a aparecer con
cierta relevancia en los títulos de revistas especializadas, sino en títulos de textos y
manuales. Aun así, comienzan a ser los primeros intentos de un proyecto necesario, que
es el de sistematizar conceptualmente todo lo relativo al campo de la psicología de la
atención. Eso es lo que vamos a intentar hacer en este libro.
Cuando se me ofreció la oportunidad de elaborar un manual de psicología de la
atención, la idea me pareció un reto de lo más atractivo por la escasa literatura siste
mática que hay en este campo. Mientras que ya hay una cierta tradición en la elaboración
de manuales sobre los restantes procesos psicológicos, este fenómeno no ha tenido lugar
hasta ahora con el tema que a nosotros nos ocupa. Quiero manifestar que no ha sido una
empresa fácil. Pero no por ello ha dejado de ser apasionante. Y como siempre ocurre
cuando uno se lanza en un proyecto de cierta envergadura, el reto se concretiza con la
ayuda y el ánimo de la gente que tiene alrededor. A todos ellos les agradezco
enormemente el ánimo y la colaboración brindadas a lo largo del tiempo destinado a la
elaboración del trabajo. A mi familia y a mis compañeros de área y, muy especialmente a
Agustín Romero, a José Manuel Campos y a Lucy Saurín, cuya ayuda en los últimos
días de elaboración del libro ha sido inestimable.